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Grupo México seguirá explotando a sus trabajadores durante la pandemia

Por Izcuauhtli Paz

El 31 de marzo inició la suspensión laboral en el estado de Sonora debido al paro obligatorio de actividades no esenciales, impulsado por la entidad ante la emergencia sanitaria del contagio y propagación del coronavirus Covid 19.


​El 7 de abril nuestro país reporta 2,785 casos por Covid 19, 346 más que el día anterior. Suman 141 muertos un día antes eran 125, tan sólo en 24 horas aumentaron 16 defunciones.

En Sonora hay 35 casos positivos, y una defunción. Las autoridades han impulsado medidas de prevención. La primera de ellas fue la suspensión de las clases para 850 mil alumnos y 47 mil docentes del sistema educativo estatal.

Más no todos se suma a los protocolos ante la pandemia por Covid 19 y toman las acciones pertinentes, tal es el caso de Grupo México, en Buenavista del Cobre quien sobre explota no sólo minerales sino a más de 5 mil empleados quienes producen 200 mil toneladas de cobre refinado que son exportadas, con lo que genera una derrama económica superior a mil 4 millones de pesos mensuales.


El director ejecutivo Germán Larrea informó que aún con las medidas responsables que la gobernadora Claudia Pavlovich ha tomado para cuidar la salud de los sonorenses, Grupo México continuará con sus operaciones en Sonora y en todo México. No importando así para este monstruo corporativo la integridad de todos sus trabajadores que, si por tantos años los ha explotado, Grupo México tiene la solvencia económica para poder cubrir el sueldo de ellos durante este pedido para evitar exponerlos.

Ante este panorama no olvidemos que no es la primera vez que este monstruo corporativo para enriquecer los bolsillo de unos cuantos a pasado por encima de sus propios trabajadores, ha devastado el medio ambiente, afectado a las comunidades principalmente a las más cercanas donde sobreexplota los yacimientos cupríferos como 'La Caridad', en Nacozari, 'Minera María' y 'Buenavista del Cobre', en Cananea.

Este monstruo corporativo ha creado un peligro latente de vivir a la orilla del Río Sonora.

El peor desastre ecológico en la historia de México cometido por este gánster, cuya mina es la tercera productora más grande del mundo, ocurrió el 6 de agosto de 2014, Buenavista del Cobre, vertió 40 millones de litros de sulfato de cobre a los cauces. Por lo que siete municipios quedaron sin agua y 322 pozos debieron ser cerrados. El derrame afectó la vida de 22.000 personas y dañó la ganadería, la agricultura y la reputación de la región. Muchos de los habitantes de aquella región arrastran problemas de salud y otros se vieron obligados a migrar. La población de Bacanuchi se redujo a la mitad en menos de seis años. En la actualidad investigadores de las universidades de Sonora y Arizona, sin embargo, revelaron que los pozos tienen niveles de metales pesados superiores a los de la fecha del derrame.

Y aunque tras las presiones de la población afectada, se acordó un fideicomiso con un fondo de dos mil millones de pesos para resarcir la salud y el medio ambiente de la población afectada. Tras notables irregularidades en el manejo del fideicomiso, del que apenas se gastó poco más de 60% de los recursos: mil 231 millones de pesos.

Los magistrados de La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) explicaron que Grupo México: “cerró unilateralmente el fideicomiso, sin haber cumplido con el proceso de remediación y reparación de los daños por lo que se determinó que, mientras no se implemente un proceso de participación de las representantes de los Comités de Cuenca Río Sonora, firmantes del amparo, y estas no queden conformes con la remediación, el Fideicomiso no puede cerrarse.”

La SCJN hizo público el engrose de la sentencia del asunto 640/2019 donde ordenó no cerrar el Fideicomiso Río Sonora ya que no se ha cumplido con el proceso de remediación y reparación de los daños causados por el derrame tóxico de Grupo México en 2014 al río Sonora.

Este monstruo corporativo también derramó 3 mil litros de ácido sulfúrico en su Terminal Marítima de Guaymas, que desembocó en el Mar de Cortés.

Otro de los asuntos que fueron de trascendencia nacional fue la masacre de los mineros de Pasta de Conchos, donde murieron atrapados más de 60 mineros, en 2006.

Triste para Sonora, que desde hace 20 años a la fecha, el territorio sonorense concesionado a las mineras aumentó casi 20 veces, con concesiones hasta el 2060, hoy más de la quinta parte del subsuelo del estado podría ser explotado por empresas extractivas, empresas corruptas, sobre explotadoras que tan sólo en 2017 obtuvieron ventas superiores a los 120 mil millones de pesos, sin que ello tristemente haya representado una mejor calidad de vida para los pueblos mineros.

La minería corrupta contribuyó a la creación el Fondo Minero en Sonora, que comenzó a operar en 2014 para invertir de manera directa en los municipios dedicados a esta actividad, lejos está de haber cumplido sus objetivos. Presenta denuncias, impunidad, cuentas reportadas que no cuadran, con diferencias de miles de millones de pesos, licitaciones llenas de anomalías.

Basta de sobre explotación humana y de nuestros recursos naturales. Fuera concepciones mineras. Luchemos por un México soberano libre de sobre explotación.

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