Pablo Moctezuma Barragan
Fue una mujer fuera de serie, tuvo gran participación en la vida pública como revolucionaria, periodista, política, oradora, editora de “La Mujer Moderna”. Nació a finales del Siglo XIX en Durango. Vino al mundo con el estigma de nacer “fuera del matrimonio”, al parecer su madre murió a los pocos días del parto y su papá Rosario Galindo la recogió y se la dio a cuidar a una hermana soltera de su mamá Ángela Galindo.
Aprobó con mucho éxito sus primeros estudios e hizo en Chihuahua una carrera corta en la Escuela Industrial de Señoritas, donde se capacitó como secretaria en taquigrafía, mecanografía, telegrafía y otras materias. Estudió inglés y tenía la intención de ir a EU a estudiar Química, pero la muerte de su padre le impidió concretar sus planes. Quedó huérfana a los 16 años por lo que se vio obligada a trabajar como maestra de taquigrafía en Torreón.
Se interesó desde joven por la política, cansada de la dictadura de Porfirio Díaz, quería un cambio y comenzó a simpatizar con la oposición. Se adhirió al maderismo y defendió la bandera del antirreeleccionista.
Se trasladó a la Ciudad de México a los 15 años y al poco tiempo se unió al Club Liberal Abraham González y como estaba capacitada para desempeñarse como secretaria, trabajó como tal con el general Eduardo que militaba con Francisco I Madero. Al ser asesinado el presidente, todos los maderistas fueron perseguidos y Hermila se quedó sin trabajo por lo que regresó a dar clases de taquigrafía. No obstante, siguió militando en las filas revolucionarias que se rebelaron frente al usurpador del poder y asesino de Madero y Pinos Suárez: Victoriano Huerta. Recibió al Ejército Constitucionalista al llegar a la ciudad y como secretaria que era, comenzó a trabajar con Venustiano Carranza.
Fundó y fue editora del semanario Mujer Moderna en 1915 y promovió la educación laica, la educación sexual, los derechos de la mujer. Contó con el apoyo de Felipe Carrillo Puerto y de Salvador Alvarado que en Yucatán simpatizaban con la causa femenina. Participó como ponente en el Primer Congreso Feminista de Yucatán, titulado “La mujer en el porvenir” en el que argumento a favor de la equidad de género y de comenzar una campaña por la educación sexual.
Impartió conferencias en Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y en la Ciudad de México, organizó clubes revolucionarios en pueblos y aldeas defendiendo la soberanía nacional y la reforma social.
A fines de 1916, Hermila, que era entonces secretaria particular de Venustiano Carranza, envió al constituyente un escrito en el que solicitó los derechos políticos para las mujeres, argumentando lo siguiente:
"Es de estricta justicia que la mujer tenga el voto en las elecciones de las autoridades, porque si ella tiene obligaciones con el grupo social, lo razonable es, que no carezca de derechos. Las leyes se aplican por igual a hombres y mujeres: la mujer paga contribuciones, la mujer, especialmente la independiente, ayuda a los gastos de la comunidad, obedece las disposiciones gubernativas y, por si acaso delinque, sufre las mismas penas que el hombre culpado. Así pues, para las obligaciones, la ley la considera igual que al hombre, solamente al tratarse de prerrogativas, la desconoce y no le concede ninguna de las que goza el varón."
Promovió que se incluyera en los artículos 34º y 35º de la Nueva Constitución que se aprobaría en 1917 los derechos de la mujer. Pero los constituyentes no lo apoyaron. Argumentaron que “solo algunas mujeres tienen las condiciones para ejercer los derechos políticos, pero no todas, pues la actividad de la mujer se circunscribe al hogar y sus intereses están vinculadas a los hombres de la familia”
Desafiante en 1918 se presentó como candidata por el 5º distrito electoral de la Ciudad de México y ganó, pero el Colegio Electoral deshecho su triunfo.
Continuó su lucha durante décadas hasta que, en 1952, Hermila Galindo se convirtió en la primera mujer congresista federal de México y el 17 de octubre de 1953 gracias a la lucha de miles de mujeres el Congreso de la Unión reconoció sus derechos en el artículo 34 de la Constitución. Aunque hasta el año 1958 se concretaron los plenos derechos de la mujer.
El voto de las mujeres fue resultado de grandes movimientos en los que participaron Hermila Galindo, Elvia Carrillo Puerto, Adelina Zendejas, Adela Formoso, María Lavalle, Amalia González. Siempre apoyadas por el Partido Comunista de México y mujeres como Tina Modotti, Frida Kalho, Benita Galeana y otras muchas.
Hermila Galindo murió de un infarto el 18 de agosto de 1954 de un infarto al corazón, en la Ciudad de México, donde radicaba. La mujer tuvo que esperar hasta 1958 para contar con plenos derechos políticos.
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