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Huertos urbanos una acción hacia la soberanía alimentaria

Por Itzkuauhtli Paz



El abandono del campo productivo en México es notable, sumergido en un grave deterioro, el escaso consumo de productos locales y la preferencia por los productos de importación, agravado por el incipiente desarrollo de políticas públicas de apoyo al campo por ejemplo los escasos incentivos, fomento e impulso a la producción y consumo local.


Las grandes empresas transnacionales saturan los mercados con productos que se pueden producir en el país y que además son altamente procesados y de bajo contenido nutricional. Muchos de los productos nacionales de mayor calidad son exportados favoreciendo al monstruo agroindustrial que sofoca a los productores locales, deteriorando sus ecosistemas, abaratando el valor de la fuerza de trabajo, estableciendo un mercado injusto, incrementando la deforestación, la contaminación y la sobre explotación de los recursos edáficos, hídricos y biológicos; sus transgénicos, plaguicidas y pesticidas deterioran la salud generando altos índices de malnutrición y sobrepeso entre la población.


Ejemplo de de todo esto es el TLCAN, donde la disminución o supresión de aranceles en productos básicos como el maíz y el frijol, base de nuestra dieta milenaria, han impactado negativamente al campesinado nacional y los consumidores locales, favoreciendo a productores transnacionales que emplean agroquímicos de manera intensiva y transgénicos de forma indiscriminada, favoreciendo los monocultivos, el detrimento del mercado interno y llevando a la ruina la producción agroecológica local.


Particularmente en esta época marcada por la política neoliberal, se ha convertido a México, cuna de la agricultura sustentable, en un país importador de maíz.


Ante este panorama, la toma en la soberanía, el cambio de la política económica actual y el fortalecimiento de la producción y comercialización local, así como de las prácticas sustentables y solidarias, resultan indispensables, una de las acciones directas que puede tomar el pueblo es el rescate de la producción local mediante los huertos familiares o huertos urbanos.


Los huertos en casa, pueden funcionar como sistemas tradicionales de producción y autoconsumo caminando hacia el cultivo de alimentos libres de contaminantes, el hogar es uno de los espacios más importantes para la transmisión de conocimientos. La soberanía alimentaria pone en ejercicio la autodeterminación y el autoabastecimiento de productos alimenticios libres de productos tóxicos, sanos para los individuos, el ambiente, el agua, abarcando la libertad de consolidar individuos, familias y colectivos, estos eligiendo y garantizando la forma de cultivo, lo que siembra además de poder intercambiarlos, esto legitimiza el derecho al acceso a los alimentos sanos y a no utilizar

políticas neoliberales especulativas con estos. Los huertos en casa representan un camino hacia la soberanía alimentaria en ambientes, rurales, suburbanos y urbanos.

Espera nuestra siguiente nota, en la que te guiaremos hacia la construcción de un huerto en casa.


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