Ana Arenas
El fundador de Wikileaks esta ya libre en Australia su país natal. Estuvo asilado en la Embajada de Ecuador en Reino Unido durante siete años y preso más de cinco años aislado en una celda de 2x3. Es el costo que pagó por informar al mundo los crímenes de Washington durante su invasión contra Irak y Afganistán y de denunciar constantemente actos de corrupción gubernamentales.
El miércoles 26 se pudo reunir con su esposa Stella Assange y sus hijos, que solo habían podido verlo tras las rejas, encarcelado por defender el derecho a la información de los pueblos y la libertad de expresión. En el mundo entero desde hace 12 años se desarrollo un amplio movimiento en defensa de su libertad, denunciando su injusto encarcelamiento. Las acciones de Assange han desnudado a los ojos del mundo la falacia de la supuesta defensa de los Derechos Humanos por parte de Estados Unidos, que comete atroces crímenes de guerra e infringe la libertad de expresión y los medios independientes. Washington ha sostenido que la información publicada, gracias a filtraciones eran una grave amenaza a la seguridad nacional.
Para obtener su libertad Assange acordó comparecer en Saipán, ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos las Islas Marianas del Norte ubicadas en un territorio estadounidense en el Pacifico Sur, para declararse culpable de uno solo de los cargos. Siendo sentenciado en Saipán inmediatamente al tiempo cumplido durante sus 62 meses de prisión en el Reino Unido y luego regresó a su país natal. El fundador de WikiLeaks, Julián Assange, salió este lunes de una prisión británica y emprendió el camino de regreso a ciudad natal, Canberra, Australia. El fundador de WikiLeaks le dijo al tribunal que cuando publicó los archivos clasificados en 2010, era periodista y creía que estaría protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que cubre la libertad de prensa.
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