Por Izcuauhtli Paz
La pandemia por COVID 19 que se vive actualmente dejo al descubierto las deficiencias que se encontraban en diferentes sectores, principalmente salud, disposición de agua, educación, medios de producción, derechos laborales, seguridad e integridad de las mujeres, alimentación. Hasta el día martes 9 de junio, la alerta en nuestro país continúa activa, el semáforo epidemiológico sigue en rojo, presentando 124 301 casos positivos y desafortunadamente 14 649 defunciones.

Aunque en algunas partes del mundo se encuentran ya regresando paulatinamente a las sus actividades habituales, el virus sigue presente y en cualquier momento puede haber un rebote.
Han sido víctimas de esta enfermedad viral, niños, jóvenes, adultos, adultos de la tercera edad, empresarios y obreros, mujeres y hombres, aunque las personas más vulnerables son adultos de la tercera edad, mujeres embarazadas, diabéticos, hipertensos, y personas con obesidad o enfermedades crónico degenerativas.
El tema de la obesidad es complicado en México, hasta el año pasado el 73% de los adultos y el 35% de los niños presentaban obesidad. Y al año mueren alrededor de 59 mil personas por diabetes, somos país que ocupa el segundo lugar a nivel mundial seguido de EU.
El sobrepeso, la diabetes, los padecimientos cardiacos son enfermedades que se desatan por el alto consumo de comida chatarra y procesada.
En nuestro país existe un gran negocio en venta de comida chatarra el cual forma parte de un gran monopolio, empresas como McDonald’s, Domino’s Pizza, KFC, Burger King, Walmart, Starbucks entre muchas otras marcas se dedican a vender comida rápida y alimentos ultra procesados.
Las familias destinan en México un promedio de 34% de su gasto a la compra de alimentos y bebidas, gran parte de ese gasto se queda en manos de corporaciones y no del campo productor mexicano
El 70% de la comercialización de los productos que se consumen, están 10 corporaciones que comercializan el 70%, Bimbo, Sigma, Lala, Nestlé, Danone, Kellogg's, Unilever, Coca Cola, Pepsi y Alsea, todas con submarcas para abarcar un mayor mercado, estas compañías, tienen participaciones de mercado de entre 24 y 70% en sus respectivos sectores. Tristemente nuestro país ocupa el primer lugar en América Latina en el consumo de comida ultra procesada y el primer lugar a nivel mundial en consumo de refresco. El sistema de precios y presupuesto disponible, la mercadotécnica que incluye todos los medios publicitarios, internet, espectaculares, revistas, empaques atractivos, estéticos, los aditivos con daños a la salud que potencializan en sabor, manipulan y dirigen el consumo. Esto se ha aumentado desconsideradamente desde hace 30 años.
Casi toda la comida procesada es rica en azúcares, grasas, sal, y componentes químicos como, colorantes, emulsionantes, conservadores, potenciadores de sabor como el glutamato monosódico que aumenta la palatabilidad y genera que, aunque el organismo ya esté satisfecho siga existiendo el deseo de seguir comiendo. Esto favorece a las corporaciones muchas de ellas transnacionales, y al desarrollo de enfermedades.
La base ancestral de la alimentación fue una pirámide alimenticio saludable y nutritiva para México, consumían insectos, hongos, aves, espirulina, la dieta se basaba no en la comida chatarra, sino en la milpa formada por el cultivo de maíz, frijol, chile, calabaza, quelites. Rica en lípidos, carbohidratos, proteínas, vitaminas, minerales
Nuestro país cuenta con una importante producción agropecuaria de alimento saludables, jitomate, chile, cebolla, pepino, papas, aguacate, mangos, lentejas, frijoles, habas, soya, y muchas más frutas y verduras, hay producción de aves, res, borrego, peces, camarones, insectos, hongos, espirulina. Que combinándolos de manera adecuada pueden traer beneficios importantes en la salud de los mexicanos, así como el fortalecimiento del consumo nacional, y beneficios económicos locales.
Un paso fue en marzo del presente año cuando el gobierno federal publicó la norma mexicana 051, la cual obligará a partir del 1º de octubre próximo a la industria a colocar sellos negros en sus productos para advertir que contienen exceso de grasas saturadas, grasas trans, azúcares, sodio y calorías.
El gobierno debe formular leyes que prohíban la venta de alimentos que afecten a la salud, regular las campañas de mercadotecnia desmedida que emplean las corporaciones incitando a las personas a consumir ciertos alimentos, fortalecer la difusión de los beneficios que trae el consumir comida fresca y saludable.
Es necesario que ante esta nueva normalidad nos ayudemos comiendo saludablemente.
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