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La sonrisa de Mohamed:

hijo de las nubes,

hijo de la resistencia

Tamara Barra Monzón

Un puñado de abejas vale más que varios sacos de moscas

(proverbio de la cultura saharaui)

El camino para llegar a los campamentos es largo; las personas que viajan allá deben estar dispuestas a conocer algo que su imaginación nunca les habría otorgado, pues es conocer un sitio en donde hombres y mujeres de todas las edades viven rodeados únicamente de cielo, arena y sol. Viajar a los campamentos saharauis es desplazarse a lo ajeno, es aprender a ver al mundo de forma distinta. Se puede decir que da dureza del terreno marca el inicio de una nueva forma de ver al mundo; para muchos, conocer de cerca la cultura saharaui puede ser el inicio de sentir y de concebir la vida desde otra perspectiva.


Desde hace cuarenta y tres años, el pueblo saharaui se encuentra resistiendo a la invasión a su territorio realizada por el reino de Marruecos, quien de manera ilegal ocupa el Sahara occidental a pesar de las resoluciones emitidas por la ONU y la Unión Africana, en las que se ha reconocido de manera reiterada el derecho del pueblo saharaui a su autodeterminación, independencia y soberanía.

Más de 80 países en el mundo reconocen a la República Árabe Saharaui Democrática, RASD, México entre ellos[1]. Actualmente la RASD es miembro de pleno derecho de la Unión Africana y el único fuera de ésta es Marruecos.

La zona del Sahara occidental tiene una posición geoestratégica importante y es rica en algunos recursos naturales, motivo por el cual Marruecos invadió y mantiene la ocupación del territorio desde el año de 1976[2]. Por mencionar algunos datos, desde el año 2002 la extracción, explotación y exportación de los fosfatos del Sahara se encuentra en manos de empresa estatal marroquí Office Chérfien des Phosphates, misma que obtiene una ganancia aproximada a los 600 millones de Euros anuales; también la zona marítima saharaui ha sido y es saqueada en la actualidad por Marruecos, dando ganancias de más de 36 millones de Euros al año al tener un acuerdo pesquero con la Unión Europea[3].

La lucha del pueblo saharaui comenzó a finales de los sesentas, entonces contra el colonialismo español. Desde el 27 de febrero de 1976, fecha del nacimiento de la República, el pueblo saharaui sigue luchando por su independencia. La República Árabe Saharaui Democrática, RASD, es el último territorio africano pendiente de descolonización. Geográficamente se encuentra limitado al norte por Marruecos (500 Km de frontera), al noreste por Argelia (70 Km de frontera), al este y al sur por Mauritania (1570 Km de frontera) y al oeste por el Océano Atlántico.

En el año de 1980 el reino marroquí ordenó la construcción de un muro de piedra conocido como el “muro de la vergüenza”, edificado para controlar la zona conocida como el ''Triángulo útil'', considerada la zona económica más importante del Sáhara. El muro tiene una longitud de 2,720 Km, y fue construido en seis etapas. Éste se encuentra rodeado por más de 10 millones de minas explosivas, 240 baterías de artillería pesada, 20, 000 Km. de alambre de púas, y estácustodiado por 105, 000 soldados armados. El muro tiene un costo aproximado de mantenimiento diario de un millón de euros[4].

El cielo estrellado del desierto puede que sea de las cosas más asombrosas, el silencio existente es indescriptible, y compensa el largo viaje para llegar a los campamentos de refugiados saharauis. Encontrarse con un pueblo que día a día resiste dignamente a las situaciones más adversas por la injusticia y complicidad de gran parte del mundo es una experiencia que jamás se olvida.

Alrededor de 200,000 saharauis viven en los campamentos de refugiados que se encuentran cerca de la ciudad argelina de Tinduf, en donde a pesar de todas las dificultades –la escasez del agua y las altas temperaturas son características que todos deben tolerar-, los saharauis, también conocidos como los “hijos de las nubes”, crean, educan, aman, bailan, luchan y resisten.

En los campamentos de refugiados existe una estructura político administrativa muy bien constituida; se puede afirmar que la organización de los campamentos es verdaderamente espectacular; cada wilaya o provincia esta dividida en regiones o dairas en las cuales hay hospitales, escuelas, huertas de alimentos, mismos que son dirigidos a través de los Comités organizativos de salud, educación, suministros, desarrollo económico, justicia y aspectos sociales, encargados de regular todas actividades de los campamentos en beneficio de la población[5]. Entre la población saharaui no existe el analfabetismo, la educación primaria es obligatoria para todos los habitantes.

Conocer la historia del pueblo saharaui es adentrarse en la lucha de un pueblo que desde hace cuatro décadas resiste al olvido, a la indiferencia, a la injusticia. Día a día la población saharaui se enfrenta a un sin numero de obstáculos al depender casi totalmente de la solidaridad internacional, pues el agua, los alimentos, las medicinas que llegan a los campamentos son gracias a la solidaridad de otros países como Cuba[6], de organismos internacionales y de la sociedad civil organizada. Es importante mencionar que los niños y los ancianos son quienes más padecen esta situación.

El pueblo saharaui ha aprendido a resistir con alegría. No importa las dificultades o las historias desgarradoras que uno pueda conocer en ese lugar, pues tal vez debido a las carencias cotidianas, las y los saharauis han aprendido a disfrutar su vida, a ser felices por estar vivos y a vivir en solidaridad con el otro. Saben lo importante que es compartir con la familia, con los amigos, con los compañeros. Vivir y gozar el día a día, ayudando y logrando ser felices, solidarizándose con el otro en términos de igualdad, de respeto y de dignidad. Las mujeres saharauis saben la importancia que tienen dentro de la sociedad, cada una tiene una labor y una tarea en la construcción de su patria, con la familia, en la escuela, en el trabajo; los niños admiran la historia de su país, la sabiduría y resistencia de los mayores, quienes a través de su experiencia y el amor a su bandera, continúan siendo los portadores de la revolución saharaui.

Un grupo de mexicanos estuvimos en los campamentos conociendo algo de la lucha saharaui, pudimos conocer a un niño llamado Mohamed, un niño intrépido con una inteligencia que no pasaba desapercibida. Él, a su corta edad, fue otra lección de vida, pues nos enseñó lo importante de disfrutar todos los instantes del día, nos recordó la vitalidad que uno puede sentir al reír con todas las fuerzas por las cosas más insignificantes, a compartir lo poco o mucho que tenemos con el otro a fin de sentirnos cercanos y dar un momento de alegría, a iluminarse el rostro de felicidad porque podemos compartir una manzana o una galleta con los amigos por el simple hecho de compartir y mostrar la vida con gusto y sentirse orgulloso de lo que uno es y ha sido, a bailar como si fuera el último día de la vida, a querer sin pedir nada a cambio, a compartir los sueños y abrazar la causa del otro, a exigir lo que es suyo sin importar la edad ni con quienes lo hagamos. Simplemente la alegría de vivir y de tratar de hacer la vida de los otros mejor.

El pueblo saharaui se encuentra en una situación de total desventaja, pues además de no poder estar en su territorio, algunos de los países que son beneficiados con esta situación tales como Francia, Estados Unidos, España, Australia, Nueva Zelandia,Lituania, Japón y Croacia, por mencionar algunos, apuestan al olvido y a la indiferencia del mundo, negando la existencia de hombres y mujeres que lo único que desean es vivir en paz en el territorio que les fue arrebatado y que para muchos significó la desaparición física de sus padres, de sus hermanos, de sus hijos.

El derecho internacional tiene una deuda pendiente con el pueblo saharaui; esperemos que pronto esta historia cambie y en un futuro cercano Mohamed y su pueblo puedan regresar a su tierra, a disfrutar lo que les quitaron y que nosotros podamos seguir aprendiendo de ellos.

El conflicto de la República Árabe Saharaui Democrática es un asunto que se debe ubicar dentro de la descolonización y autodeterminación. El Frente Polisario reivindica el propósito de instituir la República, misma que estableció formalmente su gobierno en el año de 1976.

La solidaridad internacional es fundamental para la resistencia del pueblo saharaui, todos podemos ayudar a que esta lucha sea conocida, a que no se olvide y a no ser cómplices de los grandes capitales que quieren asfixiar la vida e historia de este pueblo que es sinónimo de resistencia y dignidad[7].

La cotidianidad del pueblo saharaui está acompañada de la resistencia de mujeres y hombres que a pesar de todo siguen sacrificando su vida por la dignidad de su patria y de su pueblo. Son cerca de cuarenta años, una larga espera que va acompañada de muchas interrogantes, silencios, desánimo, deseos, coraje, pero sobre todo de esperanza.

Mohamed, el niño saharaui

[1] México fue uno de los primeros países en reconocer a la RASD en el año de 1979, siendo el Secretario de Relaciones Exteriores Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa. Actualmente existe una representación diplomática en nuestro país. [2] La República Árabe Saharaui Democrática fue colonia española, motivo por el cual su segundo idioma oficial es el español. [3] Dr. Sidi M. Omar, “El saqueo de los Recursos Naturales del Sahara Occidental”. Consúltese en la dirección electrónica http://www.eucocomadrid.org/wp-content/uploads/2014/05/El-saqueo-de-los-recursos-naturales-del-Sahara-Occidental-1.pdf. 1 México fue uno de los primeros países en reconocer a la RASD en el año de 1979, siendo el Secretario de Relaciones Exteriores Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa. Actualmente existe una representación diplomática en nuestro país. 2 La República Árabe Saharaui Democrática fue colonia española, motivo por el cual su segundo idioma oficial es el español. 3 Dr. Sidi M. Omar, “El saqueo de los Recursos Naturales del Sahara Occidental”. Consúltese en la dirección electrónica http://www.eucocomadrid.org/wp-content/uploads/2014/05/El-saqueo-de-los-recursos-naturales-del-Sahara-Occidental-1.pdf. [4] Embajada de la República Árabe Saharaui Democrática en México. http://www.embajadasaharauimexico.org [5] Los campamentos de refugiados saharauis están divididos en 5 wilayas o provincias, sus nombres son: Aaiun , Smara, Dajla, Ausserd y Rabuni. [6] Cuba ha formado a una gran cantidad de médicos saharauis, muchos de los cuadros políticos saharauis estudiaron en Cuba, y en la actualidad, sigue haciendo el envío de toneladas de azúcar a los campamentos. [7] En México existe el grupo de solidaridad con el pueblo saharaui llamado Asociación Mexicana de Amistad con la República Árabe Saharaui, (AMARAS, A.C), el cual se puede contactar a través de los correos: amaras@mexicoporelsahara.org, mexicoporelsahara@gmail.com, o en la dirección electrónica http://www.mexicoporelsahara.org. Para mayor información se puede descargar el documental Gurba en la dirección electrónica: https://vimeo.com/102311808

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