top of page

Las condiciones les exigen a los trabajadores actuar con fuerza y consciencia. 

- Centro de los trabajadores de la CPC(M-L) – 5 septiembre 2020 N0 33 TML Weekly 

El trabajo más esencial y crucial para el movimiento obrero en este momento es la organización de formas que permitan construir la fuerza de la clase obrera independientemente de la élite imperialista. La clase trabajadora es la clase social más grande y avanzada del país y la única fuerza social capaz de mover la economía en una nueva dirección prosocial y de renovación democrática para permitir a los trabajadores controlar aquellos asuntos económicos, políticos y sociales que afectan sus vidas. 


En las circunstancias de la crisis pandémica/económica y en oposición a las necesidades, puntos de vista y demandas de la clase trabajadora, la élite gobernante que controla a los gobiernos ha tomado medidas para defender la riqueza, el poder y el privilegio de los oligarcas a toda costa, abandonando su responsabilidad social hacia las personas y la sociedad.

Una debilidad básica de la élite gobernante es que no quieren que la clase obrera participe en el establecimiento del objetivo y la dirección de la economía y el país. Esto se puede ver en la respuesta a la pandemia, donde la élite gobernante ha bloqueado a la clase trabajadora para que no tome el control de la situación y movilice los recursos humanos y materiales del país para derrotar al virus con la ciencia, la conciencia y la responsabilidad social.

Es evidente que si la clase trabajadora no se hubiera visto privada de su papel de liderazgo y el país no se hubiera debilitado con la ofensiva antisocial de décadas, el pueblo habría estado en condiciones de derrotar la pandemia sin caer en crisis. Programas sociales sólidos en la atención de la salud y la educación, incluyendo guardería, seguro de empleo y compensación de trabajadores que satisfagan las necesidades de todos; los servicios públicos y las empresas públicas que pueden actuar rápidamente para defender el interés público y no estar en deuda con los intereses privados de los ricos del mundo, además de una clase trabajadora totalmente movilizada y organizada lista y dispuesta a defender al pueblo y a la sociedad pondría la pandemia bajo control.

Los oligarcas gobernantes han empeorado aún más la emergencia sanitaria al generar una crisis económica en la parte superior de la pandemia, en particular en el sector de los servicios, haciendo la vida insoportable para muchos trabajadores vulnerables y pequeñas empresas. Esto nunca debería haber ocurrido y la culpa recae directamente en aquellos que están decididos a pagar a los ricos, destruir los programas sociales y negar a los trabajadores su papel principal independientemente de las consecuencias.

Privar a la clase trabajadora de su posición central en la sociedad moderna ha exacerbado enormemente los problemas derivados de la pandemia. La ofensiva antisocial de décadas de pagar a los ricos y atacar los programas sociales y los derechos que la gente tiene en virtud de ser humanos ha dejado la economía y el país débiles frente al virus. Ahora asistimos a cómo los gobiernos federales y provinciales y el gobierno de Quebec están al servicio de los intereses imperialistas globales que están dictando que los gobiernos y la economía deben responder a la situación de manera que favorezcan la expansión de su control y poder y concentren aún más la riqueza en menos manos. El Throne Speech (Discurso del Trono) previsto para el 23 de septiembre proporcionará argumentos para justificar esto en nombre de los altos ideales.

Los oligarcas mundiales están utilizando la situación para poner todos los aspectos de la economía bajo su control directo, incluyendo la pequeña empresa, el comercio minorista y otros sectores, y para ampliar su influencia y control sobre los asuntos políticos y sociales del país. La concentración de riqueza y poder en manos de unos pocos no tiene precedentes y es un gran peligro para las personas y la sociedad.

El 7 de septiembre, Día del Trabajo 2020 encuentra a la clase obrera enfrentando grandes dificultades, pero también oportunidades, ya que las ilusiones se están destrozando a la derecha y a la izquierda de que alguna clase o fuerza social que no sea los propios trabajadores va a defender sus derechos y salvarlos de las condiciones de empeoramiento.

Los trabajadores pueden ver por sí mismos que la élite imperialista gobernante no tiene ningún interés en mantener las responsabilidades sociales del Estado hacia el pueblo y la sociedad. La élite gobernante global está obsesionada con defender su propia riqueza privada, poder y privilegio en total desprecio por cualquier responsabilidad social. Esto se puede ver en las medidas antisociales y antilaborales que se están promulgando en Alberta, Ontario, Quebec y otros lugares, utilizando la pandemia como excusa.

La pandemia y la crisis económica han añadido presión y dificultades a la clase trabajadora, junto con la continua ofensiva antisocial que ataca los derechos y condiciones laborales y de vida de los trabajadores. Pero la clase trabajadora no es impotente ante la situación; está luchando y abrazando la necesidad de organizar foros que pongan a los trabajadores en el centro de todos los asuntos económicos, políticos y sociales y conviertan en una dirección pro-social para que el país deje de pagar a los ricos, aumente las inversiones en programas sociales, servicios públicos y empresas públicas, y defienda los derechos de todos.

Frente a las condiciones con valentía, sabiduría y firme creencia en su capacidad de organizar y dirigir una defensa militante, los trabajadores deben dar la vuelta a la situación a su favor.

Juntos construyamos las formas que dan a los trabajadores su propia voz, defensores, líderes y políticas independientes que les sirvan bien.

¡Nuestra seguridad está en la lucha por defender nuestros derechos! ¡Sólo los trabajadores, nosotros mismos podemos cambiar la situación a nuestro favor! ¡Todos a organizar nuestra política independiente y foros de trabajadores!

bottom of page