Por Izcuauhtli Paz
El establecimiento de los pobladores en el Valle del Anáhuac fue parte de la transformación de un pueblo cazador-recolector al sedentarismo, con grandes desarrollos urbanos e importantes aportaciones a la domesticación principalmente de vegetales.
El Valle del Anáhuac (Atl - agua, nahui - cuatro, ac - lugar, lugar rodeado de agua), que es la forma correcta de llamar a nuestro territorio, fue un asentamiento con un gran desarrollo científico, con intervención en las matemáticas, la astronomía, la física, la biología, la medicina y la ingeniería, desarrollaban grandes expresiones artísticas en la arquitectura, la escultura, la pintura, la literatura, la oratoria, la poesía, la música y la danza. Las culturas que se desarrollaron desde hace cientos de años vivían en armonía con la naturaleza y la sociedad. Hubo grandes avances e intervenciones, contaban con una infraestructura hidráulica impresionante, había tres calzadas que conectaban con el exterior y porciones de agua dulces y saladas divididas.
Su agricultura tuvo un gran desarrollo, y por el medio lacustre predominante en ese entonces, se desarrolló la chinamperia, sistema de producción agrícola donde se utiliza de manera óptima los recursos naturales, la fertilidad del suelo se renueva a través de microorganismos que habitan en el agua de los canales, con humus y plantas acuáticas.
Una de las hortalizas más cultivadas fue el maíz que forma parte de la dieta milenaria del mexicano y de la milpa (milli-campo, pan-encima, encima del lugar), formada principalmente por maíz, fríjol y calabaza, se podía encontrar también quelites asociados a la milpa, huitlacoche hongo que crece sobre el maíz, chile, habas, fríjol.
Desde nuestros antepasados hasta la actualidad se han utilizado prácticas en la agricultura para tener mejores cosechas y mejores frutos, una muy importante es la influencia de la luna, que, hasta la fecha, se utiliza para mejorar nuestros huertos y cualquier planta.
La luna es un satélite que acompaña a la tierra en su movimiento alrededor del sol, aunque pareciera que cada noche cambia, es la visión de la parte iluminada de la luna a medida, que esta rodea a la tierra, a estos cambios se les conoce como fases lunares. A la aparición completa de todas las fases de la luna se le denomina ciclo lunar o lunación.
Las fases lunares son muy importantes ya que contribuyen, de una forma u otra, al crecimiento, germinación o fructificación en nuestros huertos.
La savia de las plantas, la fotosíntesis, la germinación de las semillas son algunas de las etapas de desarrollo que se ven beneficiadas o afectadas por la luna.
La fuerza de atracción de la luna más la del sol, sobre la superficie de la tierra en determinados momentos ejerce un elevado poder de atracción sobre todo líquido que se encuentra en la superficie terrestre con amplitudes y muy diversas según sea la naturaleza el estado físico y plasticidad de las sustancias sobre las que actúan estas fuerzas en determinadas posiciones de la luna el agua de los océanos asciende hasta calzar una altura máxima para descender hasta un nivel mínimo manteniéndose regular y sucesivamente esta oscilación, esto pasa en la salvia de todas las plantas.
El flujo lunar beneficia el desarrollo y el crecimiento de forma muy marcada en las plantas, por otro lado, también se ha comprobado que algunas vegetales de floración siguen el ritmo del flujo y el reflujo de las mareas.
Como favorecer a nuestros huertos con las fases lunares:
Recordemos que las hortalizas se pueden clasificar por la parte que consumimos: hortalizas de raíz- papa, ajo, cebolla, rábano, zanahoria, hortalizas de tallo - espárragos, apio, hortalizas de hoja - lechuga, acelga, espinaca, hortalizas de flor - brócoli, coliflor, flor de calabaza, jamaica, hortalizas de fruto - jitomate, tomate, limón, manzana, hortalizas de semilla - chicharro, ejote, arroz, lentejas.
LUNA NUEVA. En esta fase no se refleja la luz por lo que no se observa la luna a simple vista, se dice que las aguas van abajo, es decir que la salvia de la planta ira de la punta de las hojas hacia las raíces, es una fase donde las hojas crecerán a un ritmo menor. El crecimiento de las partes aéreas de las plantas es poco o nulo, por otro lado, crecerán de manera más rápida las hortalizas de raíz. Es un buen momento para sembrar o poner a germinar semillas en la tierra, abonar, eliminar malas hierbas o hierbas que no deseamos en nuestros cultivos, realizar podas de formación.
CUARTO CRECIENTE. En esta fase la lunar va aumentando la visibilidad de la luna, y la salvia empieza a subir de las raíces a los tallos. Es un buen momento para sembrar hortalizas de tallo y hojas, se favorece la reproducción asexual o vegetativa de las plantas, acodos o enrizamiento.
LUNA LLENA. En esta fase se logra ver completamente la luna, la salvia tiene mayor movimiento y se encuentra en la parte más elevada de la planta, se dice que las aguas van arriba. Se recomienda sembrar hortalizas de flor, fruto y semilla. Es un excelente momento para podar nuestras plantas, y favorecer la formación de follaje, realizar cortes para propagación asexual o vegetativa.
LUNA MENGUANTE. En esta fase la visibilidad de la luna empieza a disminuir, y la salvia empieza a bajar por los tallos. Se pueden sembrar hortalizas de la raíz. Es un buen momento para eliminar hojas secas, realizar trasplantes y abonar.
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