Diana Torres
A partir de que el modelo económico neoliberal impera en México, Estados Unidos ha buscado la manera de que nuestro país dependa social, política y económicamente de él. A través de las políticas públicas ha buscado explotar los recursos naturales, como petróleo, agua, minerales y que no solo afecta al medio ambiente, sino que para implementar estos proyectos en países que carecen de la protección a derechos humanos e impera la corrupción, las comunidades han sufrido abusos, asesinatos, e imposiciones de intereses que responden a las grandes empresas.
Durante el gobierno anterior, encabezado por Enrique Peña Nieto y el PRIANRD, ocurrieron al menos 161 asesinatos de defensores por oponerse al despojo de empresas y estado, colocando a México en uno de los países con más peligro para los defensores. La mayoría de los megaproyectos del sexenio de Peña Nieto fueron frenados por la movilización social, no se vio más resistencia hacia los megaproyectos, sino que la organización social visibilizó a muchos de los que se han venido gestando en los últimos 12 años.
Las comunidades organizadas no han dejado de lado la lucha en contra de los proyectos que atentan en contra de los que menos tienen, y algunos megaproyectos actualmente se encuentran suspendidos o cancelados.
Sin embargo, muchos otros se encuentran en resistencia como la región de Cananea, en donde opera Buenavista del Cobre que, además de la contaminación constante durante varios años los habitantes de esta comunidad viven una crisis económica y falta de empleo, a pesar de estar a lado de la mina de cobre más grande de México.
No debemos olvidar que Buenavista del Cobre pertenece a unas de las empresas mineras más grandes del país, la tercera a nivel mundial, y la cuarta en Estados Unidos Grupo México, el principal acreedor a concesiones mineras en el territorio mexicano y que ha provocado los peores desastres, en 2014, derramo 40,000 litros de lixiviado de cobre en el arroyo Tinajas y en los ríos Bacanuchi y Sonora, que dejo a 7 municipios sin agua potable y genero el cierre de 322 pozos, así mismo hace tan solo un mes derramo 1.000 metros cúbicos de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés, Guaymas, Sonora con daños irreversibles al medio ambiente.
Para que las mineras dejen de extraer nuestras riquezas naturales debemos revindicar la soberanía que nacional en donde los mexicanos son dueños del suelo y de los recursos que en el existen