Por Izcuauhtli Paz
El campo mexicano es una parte fundamental de nuestro país, este importante sector provee a la población de alimentos como frutas, verduras fuente de sustento y forrajes para alimento del ganado, así como materias primas para las industrias de cereal, maíz, azúcar, jugos, enlatados, aceites comestibles y no comestibles, entre otros. La agricultura es uno de los ejes principales sobre los que se desenvuelve el país, tanto en el ámbito económico, como en la seguridad alimentaria. Los productos agrícolas son importantes en el comercio nacional e internacional.
México es uno de los países con mayor variedad de climas, flora y fauna, el eje Neovolcánico Transversal, las Sierras Madre Oriental y Occidental, las zonas donde confluyen las regiones Néartica y Neotropical, los litorales que rodean al país, ayuda a que exista una gran cantidad de condiciones fisiográficas, que favorece a que exista una gran producción de muy diversas frutas y verduras.
Y aunque el panorama pudiera ser otro, de los casi 200 millones de hectáreas que conforman al país, son 36 millones agrícolas y sólo 18 millones de estos se siembran, este sector tiene un gran potencial en México, en el que laboran menos de 6 millones, aunque podrían emplearse hasta 76 millones de personas.
La producción nacional de alimentos requiere de los productores, mismos que no deberían tener intermediarios al momento de la comercialización, a quienes el gobierno debiera asegurar un precio de garantía por la producción ya que este sector tiene una gran responsabilidad en la tarea de alimentar a la población, además de ello este sector requiere de insumos agrícolas como semillas, abonos y fertilizantes, productos para proteger de plagas y enfermedades, herramientas, maquinaria, entre otros.
Los agricultores mexicanos pagan por los insumos para la producción costos muy elevados, el país ha ido perdiendo la capacidad de producir amoniaco para la elaboración de varios tipos de fertilizantes, por lo que ha tenido que recurrir a su importación.
Actualmente más del 60% de los fertilizantes utilizados son importados reduciendo a menos del 30% la producción nacional, de estos aproximadamente el 65% son nitrogenados, 22% fosfatados, 8% potásicos y el resto mezclados, el nitrógeno resulta ser uno de los macronutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo de cualquier cultivo, forma parte de las proteínas, enzimas y clorofila, esencial para el desarrollo de las plantas. La urea es el fertilizante nitrogenado de mayor valor en las importaciones totales siendo casi el 50%.
Hace 5 años las importaciones de fertilizantes nitrogenados ascendieron a 12,033.2 millones de pesos, de los cuales 9,011.1 millones de pesos corresponden a la importación de urea, y siguen en aumento.
De las más de 4 millones de toneladas de la demanda anual de fertilizantes en México, 58% proviene de países como China, Estados Unidos, Rusia, Canadá, India, entre otros.
El amoniaco es un compuesto utilizado como materia prima para la obtención del fertilizante nitrogenado, es posible la producción de fertilizante a partir del gas natural. Al producir México gas natural además de fortalecer la producción de energía de forma nacional y reducir la dependencia en la importación de este suministro a EU, para abastecer de energía al norte del país, se podría obtener el amoniaco suficiente como materia prima para la obtención del fertilizante nitrogenado, dicho de otra forma nuestro país tiene una gran posibilidad de producir fertilizantes nitrogenados y reducir drásticamente las importaciones, otorgando empleo a plantas de producción y trabajadores mexicanos.
Así como el gobierno ha avanzado en poner fin a la utilización de glifosato, maíz transgénico, debe fortalecer el campo agrícola, asociándolo como corresponsal en la gran tarea de alimentar a la población, desarrollando plantas de insumos agrícolas mexicanas.