Pablo Moctezuma Barragán
El Museo-Centro de Pueblos Originarios y el Museo de Azcapotzalco se encuentran en el parque Tezozómoc (el área verde más importante de Azcapotzalco y del nororiente de la ciudad) un parque dedicado a la recreación de la Cuenca de México con sus pueblos originarios y un lago “maqueta” que reproduce los 5 lagos prehispánicos: Xaltocan, Zumpango, Texcoco, Xochimilco y Chalco, sus montes y colinas, es un parque destinado a las culturas originarias que tiene numerosos señalamientos en náhuatl y español en donde se había instalado un ajolotario con 1000 ajolotes de 8 especies diferentes, también, en el lago existe una chinampa.
El Museo de Azcapotzalco, había sido inaugurado, el curador del museo fue el prestigiado arquitecto Carlos Flores Marini apoyado por Rosario López Escobedo y se cortó el listón el 13 de septiembre del año 2000 por el Secretario de Cultura de la Ciudad de México, Alejandro Aura con una colección de piezas prehispánicas de Azcapotzalco y una exposición que hacía recorrido histórico de un milenio de historia de Azcapotzalco hasta la actualidad. En el Museo de Azcapotzalco que se inauguró en el año 2000 tenía dos cuadros monumentales del maestro Delfino Reyes Cantú originario de Tlaltizapan, Morelos. Tras una remodelación fue reinaugurado por el director del INAH, el antropólogo Diego Prieto Hernández, el 30 de agosto de 2018 exhibiendo 400 piezas que se encontraban en las bodegas del INAH, luego de un trabajo de colaboración con el INAH y una gran inversión en el espacio en el que trabajaron la museografía de Gabriela López Pérez y el arqueólogo Luis Córdoba, este museo nos lleva por la historia de la Alcaldía chintolola desde el pleistoceno hasta el siglo XX.
Cuenta con una sala de arqueología donde se exponen los centenares de piezas encontradas en Azcapotzalco en distintas épocas. Se exhiben valiosas muestras de cerámica y piedra: platos, besotes, figurillas, malacates, cajetes y mucho más. El museo tiene su sala que detalla todo el proceso histórico de Azcapotzalco hasta el siglo XX. Se reproduce un gran mamut y un teocalli en ruinas en contrapunto con la parroquia de Felipe y Santiago, lugar que guarda la Capilla del Rosario, joya barroca de nuestra ciudad y en un video se muestra. En el gran atrio se llevó a cabo a la última batalla de la Independencia, que aquí se recuerda. Aparecen personajes importantes, se conoce la relevancia de las encomiendas, tributos, el reparto de tierras y mucho más.
En el Museo-Centro de Pueblos Originarios construido en el año 2000, se retomó en 2015, el proyecto de 1997-2000 y comenzó a trabajar desde el 11 de diciembre de 2015, con la Inauguración de Arte Plumario en el Museo del Tezozómoc, del maestro Manuel Tekpatl. Que se mantuvo abierto hasta febrero de 2016 y continuamos actividades cotidianas. El Museo-Centro de los Pueblos Originarios se pintaron en su recinto murales relativos a nuestras culturas originarias del reconocido maestro Iseo Noyola Isgleas y un mural del maestro Goyo Méndez Nava el prestigiado artista de Cuetzalan.
Se exhibe la valiosa obra de Jaled Muyaes y Estela Ogazón, pareja emblemática de Azcapotzalco que reunieron una cantidad muy importante y significativa de máscaras de toda la república, todas bailadas, coleccionadas durante 60 años, con gran valor histórico, simbólico, artístico y financiero. Durante 15 años fuera de un libro de la UAM-Azcapotzalco no se difundió esta obra en tierras chintololas. Dicha labor ha sido un proyecto familiar encausado desde su inicio por la profesora Estela Ogazón y el antropólogo Jaled Muyaes. Habiendo recorrido diferentes estados de la República, y presenciado un centenar de danzas, carnavales y fiestas patronales. Por fin se logró reunir en el Museo-Centro de Pueblos Originarios una magnífica colección de 70 máscaras. También se exhibían esculturas de Jaled Muyaes y además como parte del acervo museístico, también se puede apreciar una magna instalación de herramientas de trabajo empleadas durante el Siglo XIX: una verdadera obra de arte conjugada de manera precisa y ordenada. Lejos de considerarla como basura o materia inservible, Jaled Muyaes dedicó la última parte de su vida a trabajar el fierro corroído por el tiempo. Oda al trabajo es una de las máximas expresiones artísticas contemporáneas, la cual enaltece a los diferentes oficios practicados por el ser humano: desde la carpintería, la plomería, la albañilería, la odontología en el México decimonónico este mural impresionante de cientos de herramientas de todo tipo del siglo XIX que tienen un valor incalculable tangible e intangible. Estela perteneció a una importante familia originaria de Azcapotzalco y ellos vivieron y trabajaron en Azcapotzalco. Es importante que sean reconocidos. El recoger la obra local, los personajes locales de gran valor es indispensable en la construcción identitaria de cada lugar. En el Museo-Centro de Pueblos Originarios se planearon actividades desde la medicina tradicional, artesanía, danza, lengua, temazcales como espacio para los pueblos originarios. El Museo-Centro de Pueblos Originarios se reinauguró con la exhibición de la obra Jaled Muyaes y Estela Ogazón el 13 de julio de 2020.
Todo este trabajo está protegido legalmente por el acuerdo de la Gaceta Oficial de la Ciudad de México del 26 de septiembre de 2018. Hoy los museos permanecen cerrados, se dice que por mantenimiento, impermeabilización, pintura y limpieza. De modo que debemos permanecer atentos y asegurarnos que este legado se respete, valorar la obra de años, aprovechar los recursos invertidos, reforzar la identidad de Azcapotzalco y a su gente.
Cada alcaldía y municipio necesita un espacio para conservar su memoria histórica, identidad y apego a sus lugares. Azcapotzalco es una de las alcaldías que se poblaron primero en la Cuenca de México. Culhuacán y Azcapotzalco son la cuna de la civilización en nuestro espacio. Luego fue la más importante de la cuenca donde el pueblo tepaneca habitaba todo el poniente y la Ueyi Altepetl o gran capital era Azcapotzalco. Importante centro cultural, laboral, ceremonial y comercial, y de los mejores artesanos. La isla de Tenochtitlan era de Azcapotzalco y el tlahtoani tepaneca Acolnahuac permitió a los mexicas y tlatelolcas asentarse ahí. Azcapotzalco tuvo la hegemonía hasta 1428 tras la muerte de Tezozómoc. Derrotada fue marginada por completo y así siguió seis siglos. En la colonia como República de Indios fue oprimida.
En toda la colonia tuvo importancia como lugar con trabajadores capacitados y en el siglo XX la industria de la ciudad se asentó en Azcapotzalco por la misma razón, era un verdadero hormiguero de organización, comunidad y trabajo.
Pero finalizó el siglo XX y no había ningún museo en Azcapotzalco que recuperara su importancia histórica y le diera a la población sentido de identidad. En 1997 en el Parque Tezozómoc lo que existía era la instalación de un cuartel de la policía. El gobierno de Azcapotzalco comenzó el trabajo para trasladar a la policía a un lugar mejor y construir dos museos, ligados, el Museo de Azcapotzalco y el Museo o centro de Pueblos Originarios. Fue complicado el cambio de la policía a San Mateo, requirió de trámites, tiempo y dinero. Cuando por fin se liberó el espacio se remodeló, se adecuó, se construyeron áreas y un edificio nuevo para el Museo de Pueblos Originarios. Tras tres años de trabajo el Secretario de Cultura de la Ciudad, Alejandro Aura inauguró el espacio un 13 de septiembre de 2000. Con el cambio de gobierno, la nueva administración, cerró y desmontó lo realizado. Pintó el Museo de Azcapotzalco de otros colores, lo cambió el nombre a Museo Regional y lo inauguró en seis meses como obra del gobierno delegacional 2000-2003. El Museo de los Pueblos Originarios y todo su proyecto, quedó cancelado y se instaló un museo de Arte Tridimensional. Las siguientes administraciones abandonaron los espacios culturales y convirtieron en oficinas, bodegas y muy marginalmente realizaban alguna exposición. Azcapotzalco se quedaba una vez más como una delegación sin un Museo Propio que le diera identidad.
En 2015 desde la campaña por la Jefatura Delegacional 2015-2018 se propuso rescatar los museos y el gobierno electo y con la aprobación de la gente se comenzó el trabajo. Otra vez fue muy complicado reinaugurar los museos, se trabajó a fondo, se invirtieron muchos recursos humanos y financieros, se colaboró con el INAH y con la Secretaría de Cultura de CDMX. Hoy es importante rescatar esos dos museos, darles mantenimiento, vida, abrirlos a la comunidad y a las escuelas. Son lugares no solo culturales, también de esparcimiento y es necesario echar a andar los talleres en el Museo-Centro de Pueblos Originarios porque para eso fue construido para recoger y recrear nuestros saberes. Toda esa inversión debe aprovecharse y dar múltiples frutos para Azcapotzalco y su gente.
El antropólogo Luis Córdoba, curador del Museo de Azcapotzalco, además recogió todas aquellas piezas de valor que exhibía Don Octavio Romero en su Casa-Museo particular de la calle Libertad, en el centro de Azcapotzalco, que instaló por iniciativa propia y gracias a su trabajo de años, y que durante muchos años se consideró el único Museo de Azcapotzalco sin tener nunca un reconocimiento oficial y un trabajo profesional. Dice Córdoba: “En la Ciudad de México existen numerosos museos, algunos de artes populares, arte contemporáneo, etc. Otros son nacionales como, los de Antropología, el de Historia, el de las Culturas del Mundo, y el de las Intervenciones. Pero existe otra categoría de los cuales hay pocos ejemplos: los museos de sitio o los de las alcaldías. En este último caso se encuentra el Museo de Azcapotzalco, pues además del de Xochimilco, las demás alcaldías no tienen museos de su propia historia. Esta última característica le da más relevancia, pues además la historia de Azcapotzalco ocupa un lugar muy importante en el centro de México, antes de que se consolidara la Triple alianza.
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