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No a la minería en Veracruz 

Por Izcuauhtli Paz 


La minería desencadena una serie de impactos negativos sobre el ambiente, la sociedad y su cultura. A lo largo de decenas de años se han desarrollado una gran cantidad de desastres, causa de malas prácticas llevadas a cabo durante esta actividad misma que genera destrucción de la corteza terrestre principalmente por la minería a cielo abierto, contaminación de aguas, afectación de flora y fauna, efectos negativos en la salud humana, pérdida de minerales nacionales, enriquecimiento económico de pequeños grupos a cargo de grandes corporaciones a costa de la afectación de muchos, esta actividad ha registrado una serie de casos alarmantes en todo el mundo. Las afectaciones son desde la exploración, el desarrollo, la explotación y hasta el tratamiento de los minerales obtenidos. 



En nuestro país el 13% de la superficie está concesionada a mineras transnacionales principalmente de Canadá, Estados Unidos y Europa. En el caso de Veracruz el 3% del territorio tiene proyectos concesionados focalizados en cuatro regiones. 


En el sur, regiones de Los Tuxtlas y la Sierra de Santa Marta, en la zona costera central en Actopan y Alto Lucero, río El Bobos, así como la ribera del Actopan en los municipios de Las Minas y Tatatila y la sierra norte de Veracruz, en Huayacocotla. Concesiones emitidas desde hace más de 15 años con permisos de hasta 50 años. En caballo blanco hoy La Paila y El Cobre, el pueblo veracruzano pide fin a la minería y a la violencia ejercida contra defensores de los derechos y del territorio, particularmente en casos de asesinato, así como otorgar garantías de seguridad. 


En el periodo de 2012 a 2016 la concesión de territorio veracruzano para la extracción de metales y minerales del subsuelo aumentó con el registro de 90 a 103 títulos de concesiones mineras y con la ampliación de la superficie concedida en favor de las empresas que operan hasta con un permiso de 48 años. 


En el territorio Veracruzano el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, han indicado estar en contra de la minería y a favor de la preservación del medio ambiente. Las administraciones pasadas por decenas de años se dedicaron a concesionar y favorecer a la actividad minera en el pasado y para el futuro. 


El pueblo organizado demanda al gobierno mexicano “No a la mina, sí a la vida”, un Veracruz libre de minería, el 10 de octubre organizaciones encabezadas por la Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LAVIDA),  en la Plaza Lerdo de Xalapa manifestaron el rechazo a los proyectos mineros que devastan el medio ambiente y ponen el peligro a las generaciones futuras, que dan riqueza económica a un pequeño grupo de personas. El pueblo pide la preservación de las tierras. Se espera una acción clara para el cierre de la actividad minera. 


Emilio y Guillermo Rodríguez integrantes de LAVIDA, han destacado la importancia de que sea emitido un Decreto que estipula que Veracruz es libre de minería tóxica, ya que mientras esto no ocurra no habrá un freno total, y los gobiernos venideros podrían dar cabida a esta actividad más adelante, además de hacer justicia a los derechos humanos. 


Se pide el cierre de la actividad minera a cielo abierto y de la negociación de las concesiones, ya que la cantidad de agua y los químicos que se ocupan para la minería a cielo abierto son excesivos, no se miden los daños hacia el territorio y la tierra.  


Importante es un decreto con el que se establezca protección en la zona centro del estado, en los municipios de Actopan y Alto Lucero, cercano de la Central Nucleoeléctrica de la Laguna Verde, donde una empresa canadiense-mexicana pretende desarrollar un proyecto minero a cielo abierto para la explotación de un yacimiento de oro conocido como Caballo Blanco hoy denominado El Cobre y La Paila, cuya fase de exploración está por concluir. El proyecto minero utilizará 14 toneladas de explosivos a 2.5 km de laguna Verde, dos albercas olímpicas de agua al día y 2 mil toneladas de cianuro. En estas zonas podría haber una gran afectación a la riqueza cultural y arqueológica, a la flora, a la zona montañosa, playas y planicies, existe un santuario natural anti huracanes, es hábitat de cícadas milenarias, que son plantas primitivas muy antigua y fauna como el venado cola blanca, hay alta influencia de migración de aves, se afectaría al suelo, al agua, al ambiente, a la vida. Además de ser sustento de la economía de muchas comunidades campesinas.

Queda una gran labor por atender por parte del gobierno, poner fin al apoderamiento de la minería en nuestro territorio, no al despojo de las tierras, fuera la afectación a comunidades y regiones, no a la minería a cielo abierto, dotar preferentemente el agua a las comunidades no para las mineras, prioridad comunidades y pueblos para la toma de decisiones, renovar la Ley Minera y la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental y Ley General de Equilibrio Ecológico, efectuar estrictamente las consultas a los pueblos indígenas, contar con información transparente y control de la actividad minera, con un Plan Maestro Nacional, son necesarios mayores ingresos e impuestos de la actividad minera y que se quede en nuestro país, fomentar con la riqueza minera el desarrollo nacional, así como el desarrollo de proyectos productivos locales y regionales, respeto a derechos, condiciones de trabajo a la vida de los trabajadores mineros, eliminar las concesiones en manos extranjeras y de grandes corporaciones nacionales, la minería es una actividad estratégica, que debe ser nacionalizada.

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