Valentina Galeana
Septiembre negro en chile, no solo Salvador Allende murió el 11 de septiembre, Pablo Neruda murió asesinado el 23 de septiembre de 1973, a los 69 años por un operativo de la dictadura de Pinochet. Pero fue un crimen que permaneció oculto por años. Mientras que el asesinato de Carlos Prats el 30 de septiembre de 1974, en un atentado en Buenos Aires, Argentina, donde murió también su esposa Sofía Cuthbert, de inmediato se atribuyó a la dictadura chilena en el marco del Plan Condor que organizó Washington.
Ambos eran un obstáculo a los planes neoliberales de Washington. Recordemos que el régimen de Pinochet inauguró el neoliberalismo en el mundo. El dictador quería deshacerse del poeta y político chileno mejor conocido como Pablo Neruda, pues era una figura de talla nacional y mundial considerado entre los más destacados e influyentes artistas de su siglo; además de haber sido senador de la República chilena, miembro del Comité Central del Partido Comunista, precandidato a la Presidencia de su país y Embajador en Francia. Su prestigio y su historia le estorbaba enormemente a Augusto Pinochet. Entre sus múltiples reconocimientos, destacan el Premio Nobel de literatura y en 1971 un doctorado honoris causa por la Universidad Oxford. En 1969 el Partido Comunista lo eligió precandidato presidencial, pero renunció en favor de Salvador Allende, que se convirtió en el candidato único de la unidad popular.
El Gobierno de Allende lo designó embajador en Francia, su última aparición en público fue el 5 de diciembre de 1972, donde el pueblo chileno realizó un homenaje al poeta en el estadio Nacional.
En febrero de 1973 por razones de salud renuncia a su cargo de embajador en Francia. Después del golpe militar del 11 de septiembre, su salud se agrava y es trasladado de urgencia desde su casa de Isla Negra a Santiago, donde muere el 23 de septiembre en la clínica Santa María.
La casa de Neruda en Santiago fue saqueada después del golpe de estado encabezado por Augusto Pinochet y sus libros, incendiados. Manuel Araya Osorio, asistente del poeta quien aseguró que Neruda habría sido asesinado en la clínica tras aplicarle una inyección letal. El Partido Comunista de Chile solicitó a la justicia una investigación para determinar las causas de la muerte del poeta.
Las dudas sobre la causa de la muerte de Neruda persistían, debido a que según se informó en mayo del 2015, especialistas españoles habrían encontrado en los restos del poeta el estafilococo dorado, una bacteria ajena a los tratamientos del cáncer y que cuando es alterada, resulta altamente tóxica y puede acelerar la muerte de una persona. El 20 de octubre del 2017, el panel de expertos internacional confirmó que Pablo Neruda no murió de caquexia cancerosa, como constaba en su certificado de fallecimiento.
Por otro lado, Carlos Prats fue ministro de defensa y comandante en jefe hasta el 23 de agosto de 1973, luego de un complot en el ejército en contra de él que abrió paso al General Augusto Pinochet a ocupar su puesto.
Ante estos hechos, el 23 de agosto de 1973 Prats renuncia y en su carta de dimisión señala: “Al apreciar en estos últimos días que quienes me denigraban habían logrado perturbar el criterio de un sector de la oficialidad del Ejército e estimado un deber de soldado de sólidos principios no constituirme en factor de quiebre de la disciplina institucional y de dislocación del Estado de derecho ni servir de pretexto a quienes buscan el derrocamiento del Gobierno institucional” después del golpe de Estado encabezado por Pinochet, Prats advertido de que grupos descontrolados le buscaban para asesinarlo, huyó a Argentina la madrugada del 15 de septiembre que había llegado al país vecino como huésped del Ejército argentino y del presidente Juan Domingo Perón, consiguió trabajo como gerente de relaciones públicas de la empresa Cincotta ubicada en el barrio de Palermo, se sabía vigilado por los informantes que a su entender se habían desplazado desde Chile para encontrar un indicio que pudiera afectar su honra o que les permitiera exhibirlo como el general al servicio del marxismo, según documentos entregados por ex brigadier Pedro Espinoza, Juan Morales Salgado, vigilaba los detalles de la vida de Prats y su esposa ese fue un motivo para que Prats decidiera viajar con su esposa a España, donde una Universidad de Madrid le habría ofrecido dar clases durante un año, sin embargo, el pasaporte del general había caducado y el de su esposa había sido retenido al salir de Chile. Esta solicitó en julio de 1974 los respectivos nuevos pasaportes al cónsul en Buenos Aires comunicándole que viajaría a Brasil, pero no consiguieron los documentos a pesar de que informaron a la cancillería chilena que había una amenaza de muerte contra Prats.
El brigadier Pedro Espinoza Bravo encargó la misión de organizar el asesinato al jefe del departamento exterior de la DINA, el entonces comandante de Ejército Raúl Iturriaga que utilizaba el nombre falso de Diego Castro Castañeda, el asesinato de Prats se realizó con la cooperación de ciudadanos argentinos y los que estaban a cargo de la DINA exterior era el citado Iturriaga y como segundo jefe el capitán José Sara Holger. El viernes 28 de septiembre de 1974 el estadounidense Michael Townley agente de la DINA se introdujo en el garaje de Prats y colocó un aparato explosivo bajo la caja de velocidad del automóvil del general horas más tarde al regresar Carlos Prats y su esposa Sofía a su casa hizo detonar el explosivo por medio de control remoto provocándoles la muerte instantánea según el informe policial con carácter estrictamente confidencial y secreto, los restos del automóvil se hallaban esparcidos en un radio de 50 metros y se observaban restos calcinados de carne humana, este doble asesinato se pudo establecer que en los meses previos opero en Buenos Aires, la Dirección de Inteligencia Nacional conocida por su acrónimo (DINA) fue la policía secreta de la dictadura militar de Augusto Pinochet.
Pero no fueron las únicas víctimas de la CIA y la ultraderecha, el predecesor de Prats René Schneider también había sido asesinado el 25 de octubre de 1970 para obstaculizar que la Unidad Popular y Allende llegaran al poder gubernamental. El plan era secuestrarlo y culpar a la izquierda para evitar la sesión del Congreso que luego del triunfo electoral del 4 de septiembre de 1970 le daría el reconocimiento a su victoria en el operativo de secuestro el general Schneider intentó defenderse y fue asesinado.
Es importante conocer las formas en que opera Washington y a los extremos criminales que llegan, aliado a reaccionarios locales para combatir los intereses populares, la paz, la justicia y el derecho. De una vez por todas su careta “democrática” debe ser desechada, su “democracia estilo americano” también, para que los pueblos puedan desarrollar su propio modelo democrático que le dé el poder de decidir su futuro.
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