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PERÚ: Decadencia política y movilizaciones sociales.

Por Izcuahtli Paz

La nación peruana lleva años en crisis democrática, judicialización de la policía, los representantes de gobierno enfrentan severas acusaciones como soborno, lavado de dinero, desvió de fondos, desfalcos, productos del neoliberalismo.

Desde la llegada de Alberto Fujimori (1990 al 2000), se encuentra condenado a 25 años de cárcel, Alejandro Toledo (2001-2006) enfrenta en Estados Unidos una demanda de extradición, Alan García (2006-2011) se suicidó en su domicilio para evitar su detención por soborno, Ollanta Humala (2011-2016), en libertad condicional enfrenta cargos relacionados con la trama Odebrecht, y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) se encuentra bajo arresto domiciliario por lavado de dinero. De los 130 diputados, 60 que integran el congreso están, imputados por manejos financieros ilícitos.


Tras la renuncia Kuczynski en el 2018, el Congreso designa al Primer Vicepresidente del Gobierno, Martín Vizcarra, como presidente del Perú quien era embajador de la nación incáica en Canadá y fue llamado para que culminara el mandato y organizar las elecciones donde los peruanos votarían por un nuevo Mandatario.

Y aunque fue recibido entre aplausos por los congresistas, en septiembre de 2019, Vizcarra anuncia la disolución del Congreso, para enero de este año fue electo un nuevo parlamento que culminaría el periodo del disuelto pautado para el 2021.

El congreso electo resultante de una composición multipartidista, a los 11 meses de la instalación de Vizcarra, el 9 de noviembre inició el proceso de destitución del presidente, promoviendo una vacancia en su contra, la cual aprobaron por mayoría, destituyéndolo por incapacidad moral, supuestos actos de corrupción y supuestos sobornos durante su ejercicio como gobernador de la región de Moquegua entre el 2011 y 2014, de acuerdo con testimonios de testigos “anónimos”.

Al ser destituido Vizcarra, Manuel Merino como presidente del Congreso toma el cargo de presidente de la nación peruana, los países de la región guardaron silencio, la Organización de los Estados Americanos OEA, también se mostró indiferente, y en sus comunicados aclararon que ellos no se inmiscuyen en asuntos internos de los países, y aunque el congreso peruano se disponía a seguir laborando, Merino nombró su primer gabinete ministerial.

Mientras tanto en las calles olas de protestas por los ciudadanos indignados, defendiendo la democracia contra el abuso de poder, en algunas de sus pancartas decían “No es por Viscarra, es por nosotros”. Pero la represión policial en Perú contra sus propios ciudadanos salió a las calles dejando dos muertos y decenas de heridos.

La OEA se deslindó de toda represión, algunos presidentes latinoamericanos ya con Merino casi a la salida dijeron que no lo reconocían, por otro lado, los congresistas peruanos que votaron cesar a Vizcarra en el Congreso desde entonces, indican que nunca buscaron poner a Merino en la presidencia si no retirar a Viscarra por sus presuntos actos corruptos, movimientos sociales y sindicales y buena parte del sector empresarial, le mostraron la puerta de salida, hasta el primer gabinete ministerial del cual renunciaron en cadena 13 de los 18 ministros de gabinete de Merino mismo que nombró, también el presidente del congreso Luis Valde pidió a Merino evaluar su inmediata renuncia cuando fue él quien le colocó en la banda presidencial unos días antes. Así en menos de cinco días Merino renunció a su cargo.

En la mañana del lunes Perú sin presidente, vicepresidente, ni jefe del Congreso. El Congreso elige al presidente en medio de manifestaciones, y ahora es Francisco Sagasti quien ocupa el cargo de presidente. En menos de una semana tres presidentes en Perú.

Los ciudadanos se manifiestan, exigen democracia, una nueva constitución, fin al gobierno deshonesto, corruptos y responsables de la agitación política a las crisis económicas y de salud pública que sufre el país.

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