Potencia exportadora de alimentos, pero con más de 41 millones de personas sufriendo hambre.
- Mexteki

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Andrés Peñaloza Méndez. SIC.mx. 7 de agosto 2025
América Latina y el Caribe (ALyC), es la principal región exportadora neta de alimentos a escala global (349 mil millones de dólares en 2022); sin embargo, más de 41 millones de personas padecieron hambre en 2023 (4.7 millones de personas más que en 2019). Ver gráfica 1.
Es decir, el 6,2% de la población latinoamericana y caribeña sufre hambre. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), 22.8 millones (56%) residían en América del Sur, 10.5 millones (26%) en Centroamérica y México, y 7.7 millones (19%) en el Caribe.
En términos porcentuales, la prevalencia del hambre en el Caribe (17.2%) triplica la registrada en América del Sur (5,2%) y en Centroamérica y México (5,8%).
El 30.3% de las mujeres adultas de ALyC sufrió inseguridad alimentaria moderada o grave, 5.2 puntos porcentuales más que los hombres. En el medio rural, la inseguridad alimentaria afecta al 32.2% de la población rural mientras la tasa urbana, es del 26%.[1]
Cabe recordar que el punto 2.1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, establece como meta para el 2030, acabar con el hambre y asegurar el acceso de toda la población, especialmente las personas empobrecidas y en situaciones de vulnerabilidad, sobre todo los niños y niñas menores de un año, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año.
También en el marco de la primera Cumbre de Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas (UNFSS+4), en 2021 y, en la pasada Segunda Cumbre, en Addis Abeba, Etiopía, el 28 de julio de 2025 se insiste en la idea de ir allá de alimentos para contemplar desde los planes nacionales de desarrollo los temas de salud, nutrición, clima, trabajo decente, justicia y el derecho a un futuro de bienestar en la transformación de los sistemas alimentarios con el propósito de ser inclusivos, sostenibles, equitativos, resilientes y basados en derechos humanos.
Estos compromisos exigen de los gobiernos de nuestra América, México, Colombia, Brasil deberían ser promotores principales, acordar una Alianza de Cooperación para Abatir el Hambre y la Pobreza, garantizar la financiación, infraestructura y el fortalecimiento de la producción orgánica de alimentos y del comercio intrarregional con criterios de sustentabilidad, inclusión comunitaria, empleos formales con seguridad social y salarios suficientes para la fuerza de trabajo rural.
Acrecentar el comercio intrarregional de alimentos, se puede y debe hacer, con tratos preferenciales en tratándose de alimentos básicos para la población.
Frente a las medidas proteccionistas de carácter unilateral y violatorias de tratados comerciales por parte de la administración Trump, se impone, emular acciones solidarias de apertura entre naciones amigas y aliadas, como lo realizado por China al anunciar el pasado junio el otorgamiento de aranceles cero, ampliando las reducciones arancelarias parciales a 33 economías menos desarrolladas aplicadas en diciembre de 2024, a 53 países africanos con los que mantiene relaciones diplomáticas.[2]
En lo que se estima un movimiento estratégico para avanzar en la alianza entre China y Brasil y hacer frente a la guerra arancelaria trumpista, cuya administración impondrá esta semana nuevos aranceles del 50% a muchas de las importaciones procedentes de Brasil, entre ellas el café, el gigante asiático ha autorizado a 183 nuevas empresas brasileñas a exportar café a su territorio, con permisos válidos por cinco años, con ello Brasil tendrá salida a los 440 mil sacos de café enviados a Estados Unidos, cantidad con la que el consumidor estadounidense, el más afectado, cubre casi un tercio de su consumo.[3]
México, debe abandonar su integración subordinada, desnacionalizadora y transnacionalizadora, tutelada por el imperialismo estadounidense y zafarse de los tratados de libre comercio y de protección de inversiones, favorables a los grandes corporativos y sumamente restrictivas a la rectoría estatal del desarrollo y a la soberanía nacional, para establecer nuevos acuerdos con visión de Estado; avanzar en la integración latinoamericana y caribeña y en el multilateralismo a través de los BRICS +, para equilibrar en tres o cuatro partes las relaciones comerciales y financieras con el mundo.
ALyC y México en particular, pueden aprovechar una coyuntura histórica, ciertamente desafiante pero pletórica de posibilidades y oportunidades, para incidir en un nuevo orden económico internacional, no definido por una potencia sino con plena autodeterminación por el conjunto de naciones.
En el caso de la seguridad alimentaria nuestra América está en condiciones, falta la voluntad política y sobre todo el sujeto social que empuje, para contribuir a revertir tendencias negativas observadas como la dependencia alimentaria de pueblos enteros de importaciones provenientes de mercados extra regionales dominantes y términos desfavorables de precios.
Control monopólico agroindustrial y del comercio internacional contrario a la autosuficiencia y soberanía alimentarias, cuyas consecuencias se aprecian en el aumento del hambre; alza de precios en alimentos básicos, atizados por la guerra comercial y arancelaria trumpista.
Debemos evitar la pérdida o desperdicio de un tercio de los alimentos con mejoras en infraestructura y lograr que esa tercera parte de la población mundial que ahora no puede cubrir una dieta saludable, lo haga.
La transformación participativa, sustentable y de respeto a derechos humanos y laborales, de nuestros sistemas de alimentos, abatirán el altísimo costo, superior a los 10 billones de dólares anuales, cantidad tres veces mayor al PIB de toda África, por demás oculto o negado, sobre la salud, la naturaleza y el sufrimiento humano.
La participación de la clase trabajadora en la transformación de los sistemas de alimentos es imprescindible, más aún cuando alrededor del 40% de la fuerza laboral mundial está vinculada a esta esfera.
Por último, tener presente que el hambre provoca inestabilidad política y social global; además de minar la paz, sobre todo cuando, como en el caso de la entidad sionista de Israel, utiliza el hambre y la sed contra la población y la niñez palestina, como estrategia militar y de exterminio.
Ante el ignominioso genocidio contra la población palestina, no bastan condenas o exhortos sino emprender acciones urgentes como la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel y sumarse a detenciones y sanciones a criminales de guerra y de lesa humanidad.
Bien decía el camarada Federico Engels, fallecido hace 130 años, que “una onza de acción es el valor de una tonelada de teoría”.
[1] CEPAL: Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2024.
[2] China impulsa una política de arancel cero para África. Consulta: https://www.comexlatam.com/china-impulsa-una-politica-de-arancel-cero-para-africa/ Aranceles cero para el África: ¿Iniciativa de desarrollo? Consulta: https://overflow.pe/aranceles-cero-para-el-africa-iniciativa-de-desarrollo/#:~:text=En%20junio%20de%202025%2C%20China%20confirm%C3%B3%20que%20otorgar%C3%A1,53%20pa%C3%ADses%20con%20los%20que%20mantiene%20relaciones%20diplom%C3%A1ticas
[3] China autoriza a 183 empresas brasileñas a exportar café tras anuncio de aranceles de EE.UU. Consulta: https://www.comexlatam.com/china-autoriza-a-183-empresas-brasilenas-a-exportar-cafe-tras-anuncio-de-aranceles-de-ee-uu/





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