MEXTEKI, celebra la vida y el ejemplo de una gran mexicana, ha trascendido Rosario Ibarra de Piedra el sábado 16 de abril de 2022 y nos deja un gran ejemplo y un llamado a seguir la lucha en la que ella se empeñó por los derechos de todas y todos. Su muerte ha suscitado el reconocimiento generalizado a una mujer fuera de serie, comprometida y tenaz. Participó en todas las luchas de las últimas décadas, en primer lugar, por el rescate con vida de los detenidos-desaparecidos y desde luego por los derechos de todos y todas, por la democracia, la justicia y la paz en México. También fue solidaria con las luchas de los pueblos del mundo y defensora de la soberanía.
Mujer que ya adulta, comenzó su actividad política en 1974, tras la detención y desaparición de su hijo Jesús Piedra, acusado de pertenecer a la Liga Comunista 23 de septiembre.
Con amor de madre y gran conciencia social comenzó una intensa búsqueda de su hijo que aún no aparece. Pero no lo hizo sola, se solidarizó con decenas de madres y familias en la misma situación y realizó una gran labor colectiva que culminó en 1977 con la fundación del Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, conocido como “Comité Eureka” que unificó a militantes y familias de presos y desaparecidos durante los gobiernos de los agentes de la CIA: Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez.
En esta lucha Rosario encabezó una gran resistencia contra el PRI-Gobierno y sus prácticas represivas. Realizó huelgas de hambre a finales de los años 70 para exigir una amnistía hacia los presos políticos. El gobierno concedió una amnistía en 1978 pero las desapariciones continuaron sin ser aclaradas. También logró con muchos trabajos, el cese de órdenes de aprehensión contra 1,500 detenidos y el regreso de 57 exiliados. Afortunadamente su familia la apoyó siempre y su esposo Jesús Ibarra y todos sus hijos se unieron con su madre en su entrañable causa que se convirtió en la lucha por la liberación no solo de Jesús sino de todo México.
Gracias a su tenacidad y a la organización que logró se liberaron 150 de los 500 presos. Además, Rosario fue una de las cabezas de la lucha contra el PRI Gobierno y luego contra el PRIAN durante 50 años.
Tuvo participación como legisladora en la Cámara de Diputados y en el Senado, siempre usando estas posiciones como trinchera de lucha en la defensa de los derechos. Fue candidata al Premio Nobel de la Paz en los años 1986, 1987, 1989 y 2006.
Rosario es un ejemplo de responsabilidad social, familiar, personal, de congruencia y de espíritu indoblegable de lucha. Inspira a los mexicanos a continuar sin descanso por la Soberanía Nacional y Popular.
Bienvenida la medalla Belisario Domínguez, pero el mejor premio es que se resuelva el caso de la desaparición de Jesús Piedra Ibarra. El grito de Eureka y de Rosario resuenan más fuerte que nunca. ¡Vivos se los llevaron… vivos los queremos!
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