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Tina en el torbellino (parte 2)

Pablo Moctezuma Barragán

Tina entró en contacto a través de Xavier Guerrero con los artistas más importantes de la época, muchos de ellos comunistas, como: Diego Rivera, Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Blanca Luz Brun, Nahui Ollin, María Teresa Montoya, Antonieta Rivas Mercado, Juan de la Cabada. El Partido Comunista Mexicano a pesar de ser un partido pequeño era muy activo y combativo, tenía como militantes a las mujeres y hombres más brillantes de la época. Artistas de dimensiones mundiales.  


Junto con Weston, fue mentora del fotógrafo mexicano Manuel Álvarez Bravo el más notable fotógrafo mexicano del siglo XX. Lo conoció en 1927, Álvarez Bravo había admirado el trabajo de Modotti en revistas como Forma y Mexican Folkways incluso antes de conocerse. Ella presentó a Manuel a varios intelectuales y artistas en la Ciudad de México, incluido el fotógrafo Edward Weston, entre los dos lo animaron a seguir desarrollándose como fotógrafo. 

Le tocó entonces a Tina documentar el gran trabajo de muralistas de la talla de David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera, se hizo su amiga de ellos y del pintor francés Jean Charlot que admiraba la civilización precuauhtemica. El muralista Xavier Guerrero se había vuelto inseparable de ella y comenzaron una relación sentimental. Estas amistades profundizaron su compromiso político. Compartió su causa con muchos amigos. 

Decía Manuel Álvarez Bravo, que Tina Modotti tuvo dos periodos: el romántico y el revolucionario. Primero cuando trabajaba con Weston, fotografiaba flores, objetos y detalles arquitectónicos, pero ya en México al tomar contacto y relacionarse con el grupo de muralistas revolucionarios, retrata su trabajo y se enfoca en las imágenes de trabajadores, obreros, campesinos, indígenas. Participó y documentó las luchas de los oprimidos. Produjo fotos memorables, como "Las manos de un campesino agarrando una pala" o "Las manos de una lavandera", “Benita Galeana”, “Julio Mella” “Sombrero con hoz y martillo” y cientos más. 

En México, donde recién se había desarrollado una Revolución y se construía un nuevo régimen, donde había tantas contradicciones y bullía la vida y la magia, Tina tomó aún más conciencia revolucionaria. En 1927 ingresa al Partido, ahí se hizo íntima de Frida Kahlo, juntas iban a las manifestaciones, iban a reuniones y compartían lecturas. Su búsqueda de justicia les acercó a las mejores ideas de justicia, democracia, paz y a llevar sus ideas a la acción con pasión revolucionaria y a escoger a los mejores amigos, inteligentes, amorosos, entregados, visionarios. Sus amigos mexicanos, sus camaradas, los paisajes de nuestra tierra, nuestros aires, nuestro pueblo, nuestra Revolución, le volvieron mexicana. Pero a la vez, toda su vida apoyó los movimientos de otros pueblos del mundo. 

En aquella época se desarrollaba la lucha en Nicaragua contra los invasores norteamericanos que encabezó Augusto César Sandino y Tina se involucró muy activamente en la solidaridad con Nicaragua. En este movimiento también conoció al salvadoreño Agustín Farabundo Martí quien años después fundaría el Partido Comunista de El Salvador y dirigiría el levantamiento popular contra la dictadura del el general Maximiliano Hernández Martínez de enero de 1932 y termina siendo fusilado el 1º de febrero de 1932. 

Por otra parte, en Italia Benito Mussolini había encabezado desde 1922, el Partido Nacional Fascista, y organizó la Marcha sobre Roma. Su movimiento triunfó y Mussolini había sido nombrado presidente del Consejo de Ministros. Engañaba a las multitudes con la idea de la “Gran Italia” y su afán de expandirse. Luego disolvió el parlamento y concentró todo el poder en sus manos. El débil rey Víctor Manuel III lo dejó hacer y el dictador transformó el Reino de Italia en el Segundo Imperio Colonial Italiano. Tina estaba muy preocupada por estos acontecimientos y en cuanto tuvo oportunidad y condiciones en el Partido organizó el primer comité antifascista italiano.  

Tina colabora con el legendario periódico “El Machete” que tanto impacto tuvo en la época, ahí tuvo contacto con los diferentes movimientos tanto a nivel nacional como internacional, con el pueblo para el que trabajaba incansablemente y con muchos compañeros de ideales. Tina entró en contacto con los principales dirigentes comunistas de la época, uno de ellos fue el célebre José Guadalupe Rodríguez quien la frecuentaba en la casa de Abraham González y era dirigente de la Liga Nacional Campesina. 

Durante seis años Tina había apoyado con pasión la causa de los anarquistas Nicola Sacco y Bartolomé Vanzetti condenados a muerte injustamente en Estados Unidos, se levantó una gran campaña mundial de solidaridad, sin embargo, ambos fueron ajusticiados el 23 de agosto de 1927 en Massachusetts.  

En 1927 conoció al líder estudiantil Julio Antonio Mella, dirigente comunista cubano, cuando se formaba el comité en apoyo a los anarquistas Sacco y Vanzetti y la impactó mucho. En esas actividades se encontró también con el comunista italiano Vittorio Vidali quien en la Guerra Civil Española sería conocido como “comandante Carlos” y que fue miembro de Socorro Rojo un servicio social internacional organizado por la Internacional Comunista en 1922. Creada para que funcionara como una Cruz Roja internacional e independiente de cualquier organización o confesión religiosa. El SRI condujo campañas de apoyo a los prisioneros comunistas y reunió apoyo material y humanitario, funcionando en 19 países. En Socorro Rojo trabajaba también Mella. 

Su novio Xavier Guerrero se había ido a Moscú. Tina terminó enamorándose de Julio Antonio Mella, que la impresionó enormemente. Tina llena de dolor le escribe a Xavier y rompe el compromiso con él. Ahora todo la acercaba a Mella. 

El dirigente cubano llegó a México perseguido por el dictador Machado. Resulta que, en diciembre de 1925, cuando ya estaba en el poder Machado, Mella había sido encarcelado y entonces empezó una huelga de hambre que duró 21 días. Su huelga de hambre tuvo enorme repercusión en Cuba y en todo el mundo, al grado en que se logró la liberación del preso político que pronto se hizo famoso.  

Machado no lo podía perdonar, por lo que lo persiguió y organizó atentados contra su vida. Mella se vio obligado a exiliarse huyendo de la venganza del dictador. Así llegó a México donde empezó inmediatamente a participar en el movimiento revolucionario ligándose a los obreros, organizando a los emigrados políticos cubanos, fue activo en el Sindicato Rojo de México, editó un periódico para obreros cubanos que llegaban clandestinamente a Cuba. En el trabajo político se habían conocido Modotti y Mella y la lucha los ligó sentimentalmente. Mella le escribió a Tina “Te quiero, serio, tempestuosamente. Como algo definitivo.” 

El trágico 10 de enero de 1929, cuando Tina y Mella salieron de la sede del Socorro Rojo en la ciudad de México, y caminaban juntos a las nueve de la noche y a dos cuadras de su casa, Mella recibió dos balazos en la esquina de Abraham González y Morelos y murió horas más tarde. Antes de morir responsabilizó al presidente Machado del crimen y a José Magriñat, que fue el organizador técnico, pero a este criminal el gobierno mexicano lo dejó libre, lo protege y lo acompañó a embarcarse rumbo a Cuba. También el asesino material quedó pronto libre puesto que había un acuerdo entre los gobiernos de Cuba y de México.  

La sección mexicana del Socorro Rojo empezó en seguida con las investigaciones y pudo encontrar pruebas concretas: de hecho, el presidente Machado había enviado a dos pistoleros profesionales de La Habana a la Ciudad de México para que cometieran el crimen, y uno de los responsables principales de la policía mexicana que había viajado dos semanas antes a La Habana sería un cómplice importante de este asesinato. Incluso había existido un acuerdo entre el Embajador de Cuba y el gobierno de México. 

En cambio, trataron de echarle la culpa a Tina del asesinato y la encarcelaron, buscaban la oportunidad de deshacerse de la agitadora, que se estaba convirtiendo en un dolor de cabeza. Así que en vez de castigar a los culpables de vil manera la encarcelaron a ella, acusandola de tener que ver en el crimen. Hicieron una gran campaña de prensa para desprestigiarla. La pintaban como una “Mata Hari”.  

Para los gobiernos mexicano y cubano era muy conveniente hacer creer que fue “un ajuste de cuentas entre los comunistas”, calumniando a Tina quisieron desviar la atención de los criminales. “Calumnia que algo queda” dice el dicho. También hicieron gran ruido diciendo que “lo mandó matar la Internacional Comunista, la Comiterm”. El 14 de enero le dieron a Tina prisión domiciliaria, bajo custodia, dentro de su casa la seguían hasta para ir al baño. No pudieron tapar el sol con un dedo.  Como era inocente después de sufrir lo indecible durante casi un mes fue liberada. Los agentes se fueron de su casa, que dejó de ser su prisión. Pero ya estaba en la mira del gobierno. Era tal su fuerza moral que siempre buscaron desprestigiarla, hasta la actualidad “biógrafos” de Tina como Pino Cacucci, Ángel de la Calle y otros siguen con sus sospechas y acusaciones contra Tina. 

El gobierno mexicano que estaba asustado por el avance de los comunistas y del movimiento obrero que tenía un repunte y estaba programada, para el 26 de enero el Congreso Nacional Obrero y Campesino o Asamblea de unificación obrera y campesina, que daría pie al nacimiento de la Csum (Confederación Sindical Unitaria de México) que se iba a adherir a Socorro Rojo Internacional. El régimen temía, así que a los comunistas los perseguían de mil formas.  

La represión contra los comunistas era generalizada en todo el país. Fue en esos meses cuando los terratenientes contrarrevolucionarios se levantaron en armas encabezados por el general José Gonzalo Escobar, en marzo comenzó la insurrección contra el gobierno. 

Los contrarrevolucionarios se apoderaron de Durango, llegó a tomar las plazas de Saltillo, Durango, Parral, Navojoa, Nogales, Monterrey, Veracruz, Torreón y otras en los estados de Sinaloa y Sonora. El Partido decidió combatir la insurrección reaccionaria, y la Liga Nacional Campesina que encabezaba Rodríguez, apoyados por el Bloque Obrero y Campesino y la recién creada CSUM, fueron a Durango a combatir a los derechistas, los derrotaron y recuperaron gran material de guerra.  

El presidente era Emilio Portes Gil y el secretario de Guerra y “jefe máximo” Plutarco Elías Calles, pero este que había desatado la persecución contra los comunistas detuvo al compañero José Guadalupe Rodríguez y tras falsas acusaciones fue fusilado el 14 de mayo sin formación de causa. Así le pagó el gobierno a quien combatió a las guardias blancas y aplastó el golpe contra el gobierno. Sin embargo, a Escobar- que inició la rebelión- terminarían devolviéndole su dinero, perdonandolo y ascendiéndolo años después a general de División.  

La persecución contra los comunistas se agudizaba. Para Tina era extremadamente doloroso la muerte de sus compañeros, tan cercanos y ejemplares.  José Guadalupe Rodríguez Favela, además de ser tesorero de la Liga Nacional Campesina era miembro del Comité Central del PCM. El 1º de mayo habían detenido a varios compañeros, habían reunido a más de 40,000 manifestantes frente al Consulado Norteamericano y fueron reprimidos.  

El 5 de junio de 1929 el gobierno le confiscó la imprenta al partido. Tina seguía trabajando para “El Machete”, sus fotos decían más que mil palabras. Seguía trabajando intensamente y como ya era conocida mundialmente le pedían fotos de EU, Alemania, la URSS, le llueven pedidos. 

La situación con el gobierno se agudiza, hábilmente les encargan trabajos oficiales a comunistas como Diego Rivera para distraerlos y enemistarlos con sus compañeros. Le encargan unos murales en Bellas Artes, el partido le pide que se deslinde del gobierno reaccionario y como el muralista no lo hace, es expulsado del partido comunista. El 13 de enero de 1930 México rompe relaciones con la URSS. A Tina la vuelven a detener en una razzia de comunistas en la que también encarcelan a David Alfaro Siqueiros. 

En febrero de 1930 Tina fue expulsada de México, salió del país junto con Vittorio Vidali quien también trabajaba en Socorro Rojo. Tras ser rechazada por los gobiernos de Estados Unidos, Cuba y Holanda, pasó por Berlín para finalmente llegar a Moscú. Organizó misiones de ayuda para refugiados políticos, lo que la llevó en 1934 a España. Durante la Guerra Civil Española se alistó en el Quinto Regimiento y trabajó en las Brigadas Internacionales con el nombre de María. Trabajaba incansablemente curando heridos, atendiendo niños y sus familias, enfrentaba los bombardeos de los franquistas, que tenían el apoyo de Hitler y Mussolini. El Socorro Rojo Internacional era dirigido por Clara Zetkin, Tina Modotti y Elena Stásova. También luchó Tina como combatiente del Quinto Regimiento combatió fusil en mano contra el fascismo. En esos años comenzó una relación de pareja con el italiano Vidali. 

En 1939 regresó a México como refugiada, aún bajo el nombre de María, donde continuó su actividad política, a través de la Alianza Antifascista Giuseppe Garibaldi. En 1940, el presidente Lázaro Cárdenas anuló su expulsión. Sorpresivamente una noche en que se dirigía a su casa en Dr. Balmis 137 donde la esperaba su esposo Vittorio Vidali, tomó un taxi y al llegar a su destino que se ubicaba frente al Hospital General ya había muerto. Se dijo que murió de un ataque cardíaco el día 5 de enero de 1942.  

Tina fue enterrada en la ciudad de México, en el Cementerio de Dolores, envuelto su féretro en una bandera adornada con la hoz y el martillo, símbolos del partido en el cual militó gran parte de su vida. Su amigo el grabador Leopoldo Méndez esculpió su perfil en la lápida y Pablo Neruda le dedicó un poema que terminó convirtiéndose en un poético epitafio. 

Su amigo Pablo le dedicó un epitafio:  

Tina Modotti ha muerto.

Tina Modotti, hermana, no duermes, no, no duermes:/ tal vez tu corazón oye crecer la rosa/ de ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa. / Descansa dulcemente, hermana. / La nueva rosa es tuya, la tierra es tuya: / te has puesto un nuevo traje de semilla profunda/ y tu suave silencio se llena de raíces. / No dormirás en vano, hermana. / Puro es tu dulce nombre, pura es tu frágil vida:/ De abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma:/ De acero, línea, polen, se construyó tu férrea, / tu delgada estructura. / El chacal a la alhaja de tu cuerpo dormido / aún asoma la pluma y el alma ensangrentada / como si tú pudieras, hermana, levantarte, / sonriendo sobre el lodo. / A mi patria te llevo para que no te toquen, / a mi patria de nieve para que a tu pureza / no llegue al asesino, ni el chacal, ni el vendido: / allí estarás tranquila. / ¿Oyes un paso, un paso lleno de pasos, algo / grande desde la estepa, desde el Don, desde el frío? / ¿Oyes un paso de soldado firme en la nieve? / Hermana, son tus pasos. / Ya pasarán un día por tu pequeña tumba, / antes de que las rosas de ayer se desbaraten, / Ya pasarán a ver los de un día, mañana, / dónde está ardiendo tu silencio. / Un mundo marcha al sitio donde tú ibas, hermana, / avanza cada día los cantos de tu boca / en la boca del pueblo glorioso que tú amabas. / Tu corazón era valiente. / En las viejas cocinas de tu patria, en las rutas / polvorientas, algo se dice y pasa, / algo vuelve a la llama de tu dorado pueblo, / algo despierta y canta. / Son los tuyos, hermana: los que hoy te dicen tu nombre, / los que, de todas partes, del agua, de la tierra, / con tu nombre otros nombres callamos y decimos, / porque el Fuego no muere. 

PABLO NERUDA. 


México, enero de 1942 

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